Publicado en sábado, 15 abril, 2017 en Marketing, Moda | 2 comentarios
El caso conocido por todos de mayor éxito de una empresa de moda española se ha convertido en la obsesión de todas las empresas españolas. Zara parece ser el único referente de las empresas y los empresarios del sector moda/tendencias en España. Todos quieren ser Zara… Todos quieren triunfar como Zara, crear un imperio como Zara. Todos quieren ser el señor Ortega, ahora que es propietario de un coloso mundial del fast fashion, claro, no cuando hacía batas guateadas. ¿Cómo se pasa de las batas guateadas en los 70 a un imperio mundial de la moda española en la actualidad? Esa es la pregunta del millón. En Lamarcademoda no tenemos la respuesta, obviamente 🙂 Pero vayan por delante estas reflexiones, porque parece que se pasan por alto muchas paradas del camino, porque la vista está fijada únicamente en el destino.
Primera parada: trabajo, constancia, paciencia
Este señor lleva 40 años edificando, construyendo aquella visión que tuvo de vestir bien, vestir con Moda, a la gente normal en nuestro país, lo cual educó el gusto en el vestir de un país entero que poco a poco fue modernizándose en el vestir.
Segunda parada: el cliente en el centro de mira
La atención al detalle y la plena orientación al cliente para lograr la satisfacción del consumidor es lo que guía gran parte de los negocios que triunfan, claro, porque un cliente satisfecho es la única garantía posible de supervivencia de un negocio, en eso está todo el mundo de acuerdo. Pero esta es una filosofía que suele estar al principio de la andadura, a veces en el medio y raramente al final. Mantenerla en el punto de mira es un gran reto, que se complica mucho cuando se tiene que equilibrar con el beneficio.
Tercera parada: piensa en grande, actúa en pequeño
Al igual que el mítico y siempre acertado think globally, act locally (piensa globalmente, actúa localmente), ante una gran visión hay que conservar siempre la dosis de humildad necesaria para no perder de vista el origen del proyecto, la esencia. Hay atajos, sí, hay golpes de suerte, sí… pero normalmente hay que ir plantando cada semilla para ir recogiendo cada fruto. Muchos pocos forman lo más grande. Bill Gates tuvo un gran sueño: que en todas las casas del mundo hubiera un ordenador Windows. Era un sueño muy grande formado de muchos pocos… un solo ordenador Windows… en cada casa… en todo el mundo. ¿Deseo concedido, Sr. Gates? No; Gates ya había pasado por la parada 1, la 2 y tantas otras… lo que vino después, todo el mundo lo sabe.
Cuarta parada: innovación, renovación, investigación, reinvención
Inversión – facturación sí, claro, esa es la gran parada… pero llegar ahí es solo el punto de partida que da paso a un ciclo sin fin en el que no se puede dar nada por sentado, no se puede olvidar que para mantenerse hay que ser capaz de aportar valor, hay que saber ver y mirar (las circunstancias cambiantes, las nuevas necesidades del cliente…), hay que lograr adaptarse, e incluso a veces reinventarse. Cuando Nokia era el artículo Connecting People que todo el mundo llevaba en el bolsillo a diario, nada le hacía prever que unos años después la marca sería apenas un nostálgico recuerdo en la mente de aquellos consumidores hoy hiperconectados gracias a la era digital y del smartphone.
Quinta parada: digitalización de ayer, omnicanalidad de hoy… y el horizonte cercano del mañana
Así es: si a día de hoy aún no eres digital, ya llegas tarde; y esto tiene sus consecuencias. Si a día de hoy no estás ofreciendo, o al menos trabajando, en la omnicanalidad, ya puedes acelerar si no te quieres quedar atrás. El ritmo es más que rápido en la era digital, vertiginoso. Entregas de pedidos online en 2 horas, compra mediante click con recogida en tienda, entregas en cualquier parte, desaparición del ticket de papel, probadores virtuales, cambios en tienda de compras online… todas estas facilidades las ofrece hoy Zara, o está trabajando en ello para mañana. Porque puede, claro, porque es Zara. Pero lo importante no es replicar lo que hace Zara… Más importante es replicar el pensamiento, la forma de ver, la forma de concebir, la forma de hacer, ese savoir faire que tanto nos gusta usar en Moda… Puedes pensar como Zara mientras todavía eres solo una tiendita más, pero pensando menos en el destino y más en el camino.
Un ejemplo prometedor: Shokomoda
He conocido Shokomoda, y su caso, junto con otros pensamientos, me ha inspirado en gran medida a redactar este artículo. Es una tienda online de moda de mujer, un negocio aún pequeño, bastante prometedor, que ya ha pasado por algún que otro altibajo y se ha reinventado… Una tienda que a día de hoy envía a península, Baleares y Canarias (algo que no todas las grandes marcas hacen aún, por increíble que parezca… ¡hace incluso envíos internacionales!), que prima la atención y satisfacción del cliente, que nació digital y ya trabaja en la omnicanalidad con su tienda física… Pero sobre todo, que edifica y construye desde lo pequeño sin perder la humildad ni la esencia, porque tiene una gran visión (que no todas vistamos igual, que vistamos con más variedad de marcas y estilos, que nos resistamos a la hegemonía – de educar en el vestir a hegemonizar también hay un camino lleno de paradas, que nos dejaremos para otro post-) pero sabe que las grandes cosas solo se consiguen juntando muchas pequeñas.
¿Hace cuánto no piensan en todo esto – y mucho más que podríamos haber añadido al recorrido- todos aquellos que no paran de ansiar ser Zara? Claro, es que Zara es… Zara hace… Zara consigue… Sí, pero ¿te acuerdas de las batas guateadas? ¿Hace cuánto no piensas en ellas? Párate a pensar: Zara es, es, es… Pero hay mucho más historia en el fue. Como dice la frase: Donde hay un sueño, hay un camino. Y lleno de paradas, claro. En verdad, el camino es lo único que importa, es lo único que de verdad existe. ¿No?
Aquí en Venezuela hubo una época en que Zara era una maravilla y no tan costosa, luego todo el mundo comenzó a comprarla y se volvió una marca muy usada, tanto que no era ya bien vista, era todo lo contrario. Aún cuando la marca es espectacular y de calidad bastante alta, óptima, pues aquí a esta fecha ya no se encuentra.
Gracias por tu visita y comentario, Rizog.
La verdad es que en España también es una marca tan mainstream que es muy habitual que haya personas que no quieren seguir comprando porque al final resulta que parece que vamos todos vestidos iguales. Pero contra eso, Zara tiene la rotación extraordinariamente rápida de sus colecciones 🙂
Saludos,
Virginia.