Publicado en viernes, 21 enero, 2011 en Marketing, Moda | 0 comentarios
Seguimos hoy con la segunda y última parte de las motivaciones de una persona para convertirse en fan de una marca de moda en Facebook. (Si has llegado directamente aquí, pasa por el post de la primera parte).
6. El 30% quiere tener información de última hora sobre las futuras ventas de la empresa.
Similar a lo que comentaba en el punto cuarto (en la primera parte del post).
7. El 27% quiere simplemente pasárselo bien.
La marca que se mezcla con el entretenimiento de sus clientes es percibida como “amiga”, no como spamer publicitario. La comunicación de la marca puede y debe formar parte del entretenimiento en el ámbito de las redes sociales.
8. El 25% quiere tener acceso a contenido exclusivo.
Esa exclusividad de la que hablaba en el punto 5… Hoy en día, en medio de la producción en serie (¿cuántas veces habéis visto en la calle vuestra falda de Zara o Mango?) y de la globalización de las tendencias, muchos amantes de la moda encuentran un resquicio de exclusividad en ser tratados de forma diferente, y el contenido exclusivo es una buena forma de hacerlo, sobre todo si se trata de un cliente de moda fast-fashion (que no adquiere la sensación de exclusividad a través del lujo, como comprando un Versace Atelier, que decíamos al principio del primer post).
9. El 22% dice seguir a determinadas marcas porque alguien se lo sugirió previamente.
El estupendo boca-oreja. No hay nada como la recomendación de un amigo para acercarte a una determinada tienda de ropa, sobre todo si hablamos de tiendas que están fuera de circuito de las grandes marcas. Pasear por Fuencarral le daría a cualquiera una prueba de esto: marcas de ropa desconocidas que conquistan a una persona que lleva a otras a conocer la tienda. Es estupendo.
10. El 21% quiere saber más sobre la marca.
¿Quién mejor que nuestra propia marca para ofrecer cualquier información buscada por clientes y clientes potenciales? ¿Lo mejor? En las redes sociales el acercamiento es tal que la información se convierte en una conversación. Eso sí, hay que entender íntimamente esta realidad y actuar en consecuencia, o de lo contrario la marca quedará fatal delante de sus seguidores… y la magia del fenómeno fan estará en peligro.
Artículo original | MarketingDirecto
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