Publicado en viernes, 22 octubre, 2010 en Branding, Marketing, Moda | 0 comentarios
Las marcas, sean de moda o no, tienen unos atributos por los cuales los consumidores las quieren, las buscan y, en última instancia, las compran. Lo que va después del paso de la compra (la fidelización, el “enamoramiento” de la marca para que esta sea una lovemark) es el sueño de cualquier marca. Pero hasta llegar a la compra también hay bastante trabajo por hacer.
Este trabajo se complica en los consumidores online de entre 18 y 34 años, pues un estudio de Resonate Networks dice que estos jóvenes se mueven mucho más por la imagen que por criterios más pragmáticos (como la relación calidad-precio, etc.). Esto hace que los mensajes publicitarios y el marketing de marca (el branding) se vuelva más complicado: además de los tradicionales criterios para la decisión de compra (valor, funcionalidad, calidad), pesan mucho los de autorrealización del consumidor, por lo que la comunicación enfocada a este público ha de contener mensajes que combinen ambos factores.
Según el estudio, entre el 15% y el 25% de ese público toma sus decisiones de compra buscando una especie de aprobación social, a través productos que refuercen su éxito personal.
Los atributos de marca que más les llaman la atención a la hora de tomar sus decisiones de compra son: innovación, apariencia, popularidad y prestigio. Además son cinco veces más propensos que los mayores de 35 años a comprar un producto que se considera prestigioso, y el doble a comprar un producto de moda o estéticamente atractivo.
Este grupo está centrado en la calidad de los productos que además exhiben su éxito frente a los otros. Para alcanzar a los jóvenes entre 18 y 34 años los anunciantes tienen que entender los valores y actitudes que dirigen sus decisiones de compra y crear el mensaje y los anuncios adecuados para conectar con ellos (Bryan Gernert, CEO de Resonate). (Fuente | MarketingDirecto)
El sector de las marcas de moda es uno de los mejores para ver esto, y yo diría incluso que en moda la edad no importa. La actitud seductora de Dolce&Gabbana, la rebelde de Diesel, la provocativa de Guess, la preppy de Tommy Hilfiger, la sofisticada de Céline… y todos los ejemplos más que queráis, colaboran en la realización personal del consumidor, de la persona que hay en él o ella, sin atender a la edad que tenga. Es lo que lleva haciendo la moda desde sus inicios tal como la consideramos hoy, sin un estudio por medio. No es magia, quizá ni siquiera sea estrategia, es algo más intuitivo que todo eso. Es la moda… y sus marcas.
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