Una de las cosas más importantes que aprendí sobre Publicidad en la Universidad, y lo hice en el primer año de carrera, decía así: La publicidad es una fábrica de sueños. Efectivamente, la publicidad no vende productos ni servicios; vende aspiraciones, deseos, sueños en definitiva. Sin entrar en el debate de si crea necesidades, de verdad creo a pies juntillas en esa afirmación. En una sociedad en la que hace tiempo ya que no nos guiamos por las necesidades básicas y en la que cien mil marcas tienen productos iguales o muy similares, casi nadie vende productos ya. Si haces publicidad de algo, no la haces del producto, porque puede ser exactamente igual que el de al...
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